Poemario de Germán G.

[german g]

Los niños de la guerra


Los niños que no cantan traducen los sonidos.
Y en sus pupilas blancas manchadas con sangrientas
visiones de la guerra, se miran en el fondo,
apocadas y tenues dos pequeñitas luces
bordadas de temores. Los niños que no esperan,
ni a Jesus ni a los Reyes, están bajo las balas,
esperando un milagro, que la lluvia de balas
no les bañe su carne... Los niños que no saben
como se abre un regalo, los adornan con balas
y un fusil en su mano. Navidad nunca alegra
su corazón de palo, y los magos no llegan
en ningún mes del año... Los niños de la guerra.




Autor Copyright © Germán G

[german g]

LOS POBRES

Son bienaventurados los que nunca se mofan
del harapiento triste que recorre las calles
pronunciando pedazos de miseria absoluta
al ritmo veraniego de las pálidas sombras
que acompañan su mística figura de dolor.
Permanecen ocultos bajo los fríos muros
de abandonadas casas. Podemos ver sus rostros
tatuados de nostalgia, y sin remordimientos
algunos los señalan, como exentos de toda
la vanidad humana. ¡Son la escoria del mundo!
dicen mientras señalan con su morbo inhumano,
no guardan en su pecho la piedad de un hermano...
No saben que cayeron por culpa de otros seres
que lisonjeramente los fueron induciendo
al vicio y los placeres. Ellos aman también,
y piensan en su madre; y aun guardan el beso
de aquel primer amor. Los he visto que lloran
por lo que atrás dejaron y aveces hasta imploran
con gemidos profundos hasta quedarse mudos
en su pozo de olvido... olvidados de todo.




Germán g

[german g]

Bálsamo interno

Esclarece su voz el almendrado ensueño.
Horizonte sin luz, pero halagüeño.
Donde tibia el frescor de un amado dolor
que simplemente nace donde murió el amor.

Profundos ojos llenos de púrpuras siluetas,
añadiendo a mis nieblas sus aromas violetas.
Miro entre las sombrías pesadez de los días,
el destello cobrizo del amor que sentías.

Tierno bálsamo interno para mi corazón,
sumido en el oscuro temblor de una canción.
Gotean besos sórdidos titiritando tristes.

Y en el cielo las nubes oscilan impacientes
como negras serpientes que beben de las fuentes
amargas del olvido, sabiendo que te fuiste.



Germán g

[german g]

Nada es para siempre

Cuando llegue la tarde
y se acurruque lenta
sobre los matorrales,
veremos los espejos
teñidos en la sombra,
y en las nubes rojizas
oleajes del crepúsculo,
divisando a los hombres
con sus ojos de sangre,
igual que por las venas
de los seres vivientes,
esos ríos internos
que siempre van de prisa,
quizá para decirnos
que la vida se agota;
y nosotros absortos
del mundo y las riquezas,
jamás nos damos cuenta
que nada es para siempre.




Autor Copyright © Germán G

[german g]

Fulgor de un rayo

Estoy anclado entre el rumor del aire
descifrando la tarde amarillenta,
encendida en ceniza y polvo seco,
cual intensa agonía suspirando
cuajarones de pena endurecida.

Nadie sabe si duermo o me desvelo,
o si recorro amores en el tiempo,
quizá pudiera, si el amor viviera
en el profundo espacio del olvido.
Te tuve entre la gracia de mis manos;
luego el verano se llevó el perfume
de tu cuerpo dorado por mis labios.

Así me fui quedando, triste y solo,
como el fulgor de un rayo en la memoria.



Autor Copyright © Germán G

[german g]

No lo puedes oír, pero lo sientes

Inclinada la luz en tu mejilla,
sorprende con aromas luminosas
la obsesionante faz de mi pupila.
No lo sabes creer, pero lo sientes,
porque mi amor te estruja el corazón.

Yo bebo tus latidos, tu sabor;
el ansia de tu cuerpo solventado
por la ilusión que crece sin demora.
No lo puedes oír, pero lo sientes,
cuando mi amor se asoma en tu mirada.





Autor Copyright © Germán G

[german g]

ZOZOBRA

El cielo Azur se torna melancólico,
cual oscuro reposo del invierno
enturbia la tristeza de los sueños.
El aire va dotado de agonía

y en su trance diluye con gemidos
el crepúsculo gris de la memoria.
Etérea la mirada, va encantando
el cóncavo sentir de las imágenes.

Altas ondas de frío, van mezclando
el amor sensitivo de las cosas
heladas, con el ultimo respiro

del día. Sombras negras despedazan
el místico paisaje que rodea
la inquietante zozobra de un deseo.





Autor Copyright © Germán G

[german g]

Sin temor a la muerte

Ya lo sabias, y a morir viniste
en cruenta cruz agónico exclamaste,
¡yo los perdono padre! y entregaste
tu Espíritu, y ahí nos redimiste.

A lo profundo de la tierra fuiste
a expender la victoria que ganaste
¡Oh Jesucristo Dios; resucitaste!
de salvación al mundo lo cubriste...

Asombrados te vieron, y creyeron,
y dispuestos a amarte proclamaron
tu nombre, y hasta el fin te siguieron.

Sin temor a la muerte, caminaron;
como ovejas al matadero, fueron,
y un testimonio eterno, nos dejaron.



Autor Copyright © Germán G

[german g]

Plácidas aromas

Hubiera sido bueno no estar solo,
estar unido a los razonamientos
hasta el ultimo cruce de la vida.
No pudo ser, tus ojos tropezaron
con el maligno fuego del deseo
atrayendo a su mísero destino
tu ser envuelto en el engaño ruin.
Ya iniciado tu vuelo no hay retorno;
en el cauce profundo del olvido
ha enterrado tu amor mi corazón.
Negar jamás podría, bien lo sabes,
¡te amé como jamás imagine!
¡Cuanto dolor causaste, cuanta pena!
difícil fue recuperar la fuerza,
que sustrajo la herida, por tu adiós.
Hoy suspira mi espíritu aliviado,
respirando las plácidas aromas
que otro jardín silvestre le brindó.


Autor Copyright © Germán G

[german g]

Ratos admirables

Una
lagrima seca
se diluye
por el sendero
intimo
del alma..
Allí
quedaron
ratos admirables
caricias
sorprendentes
besos rojos,
y alteraciones
gratas a mi ser.
Lo sabe
el corazón,
y cada tarde
enumera
la dicha
esplendorosa
que sutilmente
guarda
la memoria.
Agradable
percibo
sus miradas,
sus aromas,
sus gestos,
sus palabras;
luego arrullo
mi espíritu
con ellas,
disfrutando
el placer
de las imágenes.



Autor Copyright © Germán G

[german g]

¿Donde estarás ahora ?

Permanezco callado.
Es el silencio un juego de colores.
Yo apreso entre mis labios la soledad de un sueño.
Y el olvido devora tus reflejos, para que yo no sienta tu presencia.

Entre mi voz la queja.
Desde el fondo secreto llega el llanto.
Todo el amor del tiempo se deshace en recuerdos.
Oscurecida llegas a mi mente, cual agónica sombra entre mis labios.

Fuiste un bello deseo
agigantado en cada sentimiento
con el único y placido motivo de quererme
hasta volverse chispa de ternura y gravitar completo entre mi cuerpo.

Sin embargo estoy solo
evaporando horarios apagados
y diluyendo besos consumidos y tristes.
¿Donde estarás ahora, mientras yo te ovaciono con lánguidas palabras?




Autor Copyright © Germán G

[german g]

Umbral de la memoria


El alba vela , desde afuera;
la oscuridad se va esfumando,
y tu recuerdo siempre queda,
brillante, como un rayo interno
que ilumina mi corazón.

Vives tocando mi pensar,
cambiando letras y palabras,
para que yo jamás olvide
la dicha que alegró mi vida.

Tus besos en mis labios van,
tristes, cual diminutos barcos
navegando en un mar de sueños.

Atados vamos por recuerdos,
por imágenes invisibles
que sobreviven sin nosotros.

Para el recuerdo no hay cerrojos,
cuando se dulcifica el beso
en el umbral de la memoria.



Autor Copyright © Germán G

[german g]

Sangre

Que tiene mi sangre roja
que busca constante el alma
para contarle sus penas,
penas que el corazón guarda.

Que tiene mi sangre roja
que se siente dividida,
por otras sangres que el hombre
las quiere pintar doradas.

Que tienen todas las sangres
que hasta parecen hermanas,
será que hermanas han sido
pero el hombre las separa.

Mi corazón esta triste
por la sangre que cautiva
la quiere tener el hombre
al diferenciar las rasas.



Autor Copyright © Germán G

[german g]

Más allá de la muerte nada somos

Extraer de la noche sus diamantes
para engarzarle mis poemas blancos
con el único fin de contenerlos
en el brillo insaciable de la idea.

Atesorar los cielos nocturnales,
y sus joyas eternas en palabras,
para explorar sus astros y sus mundos,
con la ilusión brillante y diminuta.

Es posible volar con la memoria,
y alcanzar de los bastos universos
el preludio total de nuestro espacio.

Pero no todo cabe en nuestro ingenio,
mas allá de la muerte nada somos,
porque allá, como aquí, Dios es el dueño.




Autor Copyright © Germán G

[german g]

El mar

Chisporrotea el brillo de la luna
sobre el oleaje digno de admirar.
-Pareciera un delirio transparente
arrullado en el pozo de un espejo-
Luces platean el mar agitado
y la noche no alcanza a oscurecer.
Es tenebroso el mar, es misterioso,
aunque adornen destellos su extensión
y las altas luciérnagas decoren
su movimiemto esplendido y potente.
Conozco el mar, y siempre será así...
Desdoblando tinajas espumosas
con derroche fantástico y mortal.





Autor Copyright © Germán G

[german g]

Huecos tristes


1
Frenan
junto a mis ojos
los petardos del viento.
Vienen tirando voces
estrafalarias.
Puedo sentir la mano
de tu mirada
besando el color exhausto
de la tierra.
Has entrado
en el tiempo de la higuera,
el amor nunca sabe.
Son los días
difíciles
descoyuntando penas.
Amanece roto el horizonte
y a boca plena
el aire
se apretuja de arena.
Y todos hemos ido
por la senda de marzo,
donde nadan las flores
desnudas
por el agua,
los corceles de plata,
los manjares de oro;
y el fatídico
cuento de la vida,
se nos va de la boca...

2
Traquetean las horas
en el vaivén dolido,
¡cuantos amores duermen
sobre la noche incierta!
Ya cupido a tirado
su vendaval de flechas.
Ved los amores
pálidos del alma,
gimiendo
entrelazados
por la hilera de besos.
Angustiosos los ojos,
demacradas las huellas
y el humo
de las facciones
abriendo
huecos tristes.
Entra el pánico y tira
sus mortajas de olvido,
y los años
entonan
sus canciones antiguas.
Desarrapados cruzan
los pájaros
del sueño,
mientras los hombres
aman la voz de las campanas...

3
El sonido del cuerpo pulveriza,
tiembla la tarde apetitosa,
y el traje se colora con el alma.
Luego avanza entre sombras caprichosas
hasta incendiar las aguas del crepúsculo.

Entra el agua roída
por la ventana llena de peces,
el cuerpo se acalora sediento,
y un mechón de gotas
se incrusta en la pared.

-ambos lados escuchan-



Autor Copyright © Germán G

[german g]

Muros

Estamos despegados por la sombra,
jamás fuimos secreto.
Todo era pequeño, solo el cielo
era intenso.
Cuando su luz bailaba en el paisaje,
nosotros entonábamos palabras,
así nacimos, con el delirio abierto
en la memoria y la nostalgia estrecha bajo el suelo.

---
Mira mis labios dulces
cual aroma de lluvia entrelazada
esperando el
retorno de la luna.
Caímos como el trigo y, olorosos cantamos
por el dolor oscuro del asfalto.
Calló el amor y se rompió la fuente,
la opresión se acercó por el silencio
atravesando el vértigo del día.
Lenta rodó la sangre,
y envolventes mis lagrimas se fueron
hacia el extraño ruido que invade los sepulcros.

---
Otro mundo se amplia en tu mirada,
después de la tristeza, todo muere
Solo un beso de polvo titubea,
ante la estatua azul, de tu llegada.
Un racimo de amor se descalabra,
desparpajando el zumo de las cosas,
que habidas de ti, sulfuran llanto.

---
Sumergida te veo, en tus perplejos mares.
Sin vacilar estiro mi refugio,
hasta la espuma cálida del viento.
Un muro te aprisiona con su eléctrica sonda,
y un puente va soltando sus gemidos
hasta robar el pulso de mis huellas.
Pareciera que nunca estremecimos
la voluntad abrupta de los años,
después de la tormenta nos quebramos
sin escuchar el rayo cuando pasa.
Artificiosa senda nos depara,
mientras vagamos lentos por el río.

---
muros perplejos observan meticulosamente.
un ruido ensordecedor sorprende el alba,
cual multitud de cigarras encendidas.
tres semanas estrechan su estructura,
nosotros observamos bajo el aire,
mientras se van desintegrando las moléculas...




Autor Copyright © Germán G

[german g]

Silencios de medio siglo

Cincuenta años
son tan pocos,
y van apaciguados todavía.
Sin embargo la carne se fatiga,
la palabra nos cansa,
y el espíritu anhela su morada.
Mis ojos se han quedado medios tristes,
y las luces fatigan mis pupilas.
Medio siglo me esta dejando viejo;
mientras envuelvo
de historias el pasado,
la vida me recorta el movimiento.
Se que todo me arrastra hacia la muerte,
nada es dulce al final, porque los seres
que te aman lloraran, allí es cuando
nos punza la conciencia,
esa partida atroz que nos espera ...
---
He venido a soltar mis emociones
en este parque lánguido y callado.
Estoy memorizando sin enfado
algunas memorables sensaciones,
atrapadas quizá en divagaciones
que alguna tarde fueron sepultadas.
El viento pasa sin mirarme, y yo
me siento simple y solo, como un manto
de sombras enterradas en el hondo
vacío de la tarde, donde nada
se escucha, ni se mueve, ni se ve,
porque todo es silencio prolongado...




Autor Copyright © Germán G

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Homenaje a mi madre

He llenado estos versos con ternura
cual caricia desglosa un tierno beso
empapado de amor y de embeleso.
¡Oh madre, para ti mi ser procura

adornar con la rosa tu hermosura!
He sido tan feliz, te lo confieso
tu rostro al corazón, lo llevo impreso.
Suba mi voz, y de a tu imagen pura

mi homenaje de letras y sonidos.
Madre mía, tu has sido mi reposo,
alegre mi poema tus sentidos,

igual que ha Dios un canto fervoroso .
Escucha madrecíta los latidos
que el corazón te ofrece con gran gozo.



Autor Copyright © Germán G

[german g]

Símbolo apacible

Un beso prístino, se acomodó
en el centro del corazón alegre.
Desde entonces la vida se hizo hermosa.

Luego perenne vino la caricia
por el rosal florido de la vida.
Se acrecentó la dicha, como un río
que arrasa con su musical frescura.

De pronto y sin saberlo llegué al mar,
y lo miré cubierto de rutina,
y en sus olas, nostalgias se mecieron
hasta volverme triste el corazón.

Fue cayendo el pasado en el olvido
tornandose en un símbolo apacible
lo que antes fue destello majestuoso.
Ataviado de imágenes avanzo
manipulando el cuerpo y la memoria
para poder gritar en mi silencio.

Es allí, donde tu intima infusión
permanece modificada y vaga
ante el esplendoroso sentimiento
que alterna con mi espiritu y mi gozo.



Autor Copyright © Germán G

[german g]

Mendiga pulcritud

Pienso en ti, aglomerada estrella, enviando
matutinos reflejos,
sobre la luna polvoreada y bella.
Vestida de rojo la voluntad del alma,
sacudiendo papeles amarillos.
Mendiga pulcritud,
atendiendo la voz del sentimiento,
descomulgando rosas,
y pateando las flechas
del invierno.
Me cabe un cristal en el olvido,
y dos estatuas solas
en la boca, por eso resisto garabatos,
para encontrar la sílaba sentada,
en la cúspide azul de la mañana.





Autor Copyright © Germán G

[german g]

El sol ya se ha escondido y tu no llegas,


Son las tres. El sol se da la vuelta.
Nubes pasan brincando el cielo azul.
¡Oh, tus ojos, candeleros del alma!
Todo llega, moliendo los suspiros,
y atravesando el mar lleno de lagrimas.
¡Oh, si estuvieras volando entre mis brazos,
cantaría de amor como el crepúsculo!
Tendrías la casita rodeada de jazmines
y el corazón poblado de besos y caricias.
Veríamos las tardes cuajarse en el ocaso,
y nosotros rodeados de pájaros y sombras,
buscaríamos nombres para nuestros retoños.
El sol ya se ha escondido y tu no llegas,
yo sigo imaginando en esta tarde
lo que pudo haber sido y nunca fue.



Autor Copyright © Germán G

[german g]

Surge el amor

Empapado de sombras voy trazando,
instantes melancólicos y amados.
Los penetro y los toco, con cautela.
Tu evades mi presencia, y yo te busco
como un sabueso el rastro de su presa,
como el pintor colores adecuados
para darle a sus obras calidez...
Deberías fluir profunda y suave,
en cada escena que mi mente capta.
Surge el amor y sólo me ilusiona,
con recuerdos e ideas placenteras
que emanan de tu esencia imaginada.



Autor Copyright © Germán G

[german g]

El amor


Son pocos mis amigos. Dos, si acaso.
Hablamos del pasado y del presente.
Del infierno, de Dios y de la muerte.

A solas yo disfruto, cuando escribo.
Amo la soledad, por inspirarme.
A mi lado, Patricia, siempre fiel,
siempre dando cariño al corazón,
y alegrando a los hijos con ternura.

Mi casa brilla llena de armonía,
pues Jesús la ilumina con su gracia.
A mi memoria llegan los recuerdos,
para volverse amables poesías.

Nostalgias abrumaron mi conciencia,
amor y sufrimiento hasta dolerme.
En esos días Dios llegó a mi vida,
para salvar mi espíritu dolido,
y mi carne corrupta y pecadora.

Nadie puede negarlo, sin amor
no se vive, y el amor de Jesús
es tan hermoso, que produce gozo
en el interno resplandor del alma.


Autor Copyright © Germán G

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Rocío

Acércate a mis brazos,
cuelgate de mis besos
hasta que tu cansancio
te deje en mi soñando.
Mi pequeña Rocío,
no se si lo recuerdes,
el sol teñido en rojo,
y nosotros mirando
la corriente del río,
muy cerquita del puente,
debajo de la sombra
de los álamos viejos.
Que alegría Rocío,
éramos tan felices.
Nos rodeaban las rosas
brillantes de la noche,
y las tupidas sombras
del día nos perseguían.
Nosotros no creímos en oráculos,
y veíamos tiempos admirables.
De repente llegaron nubarrones,
y los tiempos cambiaron.
Todo fue preocupante,
lo recuerdas Rocío.
Nuestro final fue triste.
Al no poder juntarnos,
la nostalgia nos vino.
A mi me arrastró el norte,
y a ti te te alejó Dios...

Después de tantos días
volvemos a encontrarnos,
en diferentes tiempos
mas con el mismo amor...
Jamás nos olvidamos,
la distancia no pudo
borrar nuestra ilusión.
Acércate Rocío,
tratemos nuevamente,
aun existe el puente
y aun están las sombras
de los álamos viejos
deseando que logremos
la reconciliación...
Hoy Dios nos ha juntado,
el vio que nos queremos;
no me retuvo el norte,
y a ti te trajo Dios...




Autor Copyright © Germán G