Como deseo que llegue el momento
de tenerte entre mis sabanas desnuda,
y acariciar tu cuerpo, llenarte de besos,
hacer que todo tu cuerpo se estremezca.
Como hacer que mis manos se llenen de ti,
y sentir por mis venas el calor de tu amor,
sentirás mis latidos, jadeando mi voz,
y arrullarte en el oído, mi excitada voz.
Cuando llegue el día en que tú te entregues,
con tu cuerpo esbelto sentirás mi pasión,
acariciare tus senos con mi boca abierta,
y al tocar tus nalgas sentirás excitación.
Por eso es que te pido amor en esta noche,
que vengas muy segura a darme tu amor,
pues quiero ver tus ojos llenos de pasión
y sentir tu aliento que me llene de emoción.
Ven que besare tu boca y sentirás mi piel,
excitado muy ardiente como el fuego,
vibrará tu cuerpo cuando te sientas mía,
y escuchare tu grito de placer muy agitada
Entonces podre gritar que has sido mía,
que has sentido mi semen en toda tu vagina
me morderás los labios queriendo ver mi sangre
y moverás tu cuerpo no queriendo parar.
El placer entonces gritara en nuestro cuerpo,
y mojaras nuestras sabanas con toda tu pasión,
tus senos redondeados dejaran gotas de amor
porque por fin hemos llegado al orgasmo.
de tenerte entre mis sabanas desnuda,
y acariciar tu cuerpo, llenarte de besos,
hacer que todo tu cuerpo se estremezca.
Como hacer que mis manos se llenen de ti,
y sentir por mis venas el calor de tu amor,
sentirás mis latidos, jadeando mi voz,
y arrullarte en el oído, mi excitada voz.
Cuando llegue el día en que tú te entregues,
con tu cuerpo esbelto sentirás mi pasión,
acariciare tus senos con mi boca abierta,
y al tocar tus nalgas sentirás excitación.
Por eso es que te pido amor en esta noche,
que vengas muy segura a darme tu amor,
pues quiero ver tus ojos llenos de pasión
y sentir tu aliento que me llene de emoción.
Ven que besare tu boca y sentirás mi piel,
excitado muy ardiente como el fuego,
vibrará tu cuerpo cuando te sientas mía,
y escuchare tu grito de placer muy agitada
Entonces podre gritar que has sido mía,
que has sentido mi semen en toda tu vagina
me morderás los labios queriendo ver mi sangre
y moverás tu cuerpo no queriendo parar.
El placer entonces gritara en nuestro cuerpo,
y mojaras nuestras sabanas con toda tu pasión,
tus senos redondeados dejaran gotas de amor
porque por fin hemos llegado al orgasmo.
FEDERICO MENDO
