La escena era de quimera:
aquella braguita rosa
que veía por vez primera
tan sutil y primorosa
como aire de primavera.
Me atraía tanto esa diosa
y de tan terrible manera,
y de forma tan dolorosa,
que al verlo ella advirtiera
y me dijo con voz pasmosa:
disgusto tener no quisiera...
Te abulta mucho "la cosa".
aquella braguita rosa
que veía por vez primera
tan sutil y primorosa
como aire de primavera.
Me atraía tanto esa diosa
y de tan terrible manera,
y de forma tan dolorosa,
que al verlo ella advirtiera
y me dijo con voz pasmosa:
disgusto tener no quisiera...
Te abulta mucho "la cosa".