Poema=
¡LA NINFA DE EROS!
Autor y voz: Doral.

Amor:
Quiero sentir tu piel, quiero tenerte junto a mí,
quiero sentir el aroma de tu cuerpo, el sabor de tu aliento,
quiero tocar tu rostro, y reflejarme en la luz de tus ojos,
acercar mis labios a los tuyos,
y postrar en ellos, el más sensual de todos los besos,
¡que nadie te dio jamás!
¡Oh, Dios... lo deseo tanto!
Deseo tanto abrazarte y cruzar mi corazón al tuyo,
fusionarlo en un sólo latido,
adherir las montañas de mi pecho,
alzar mi pierna hasta tu cintura,
anhelante contacto con el supremo roce divino,
que se enciendan nuestros fuegos más sagrados,
reconociéndose, integrándose, aceptándose,
¡necesitándose con suprema urgencia!
Quiero sentir justo en ese momento aprisionándome,
la generosa fuerza que subyuga,
y en mi fuente, la dureza de tu virilidad más absoluta.
Quiero subirme encima de tu textura noble,
atrayéndote como un imán que fulgura,
hacia la imperiosa necesidad de mi encendida llama.
¡Dios!...
Quiero que me acerques más hacia tu generosidad virilidad,
que como espada flamígera,
reclama con desgarradora furia,
su derecho a fusionarse en la piel de mi alma,
que es tan frágil, y tan entregadamente tuya.
El cielo único cómplice... me acercas lentamente
a tus labios para beber juntos, el elixir supremo de
nuestra completa entrega, haciéndonos uno sólo,
en el movimiento divino que enloquece y calcina,
conduciéndonos a la enajenación que delira en el
ardor torrente de nuestras venas,
culminando en supremo éxtasis que fusiona los sentidos,
en un sólo cuerpo, alma, sentimiento y razón.
Te quedas allí...tierno, niño-hombre exhausto,
sobre la selena gota de mi agitado pecho,
que abulta exuberantes mis encendidos tronos,
al compás de nuestra respiración.
Tratando de controlar el temblor,
que recorre y estremece,
espasmos de adoración que piden gloria,
¡más... y más... y más!
al sentir el contacto de tus labios,
en la cima suprema que vibra emocionada,
al sentir la mágica succión que oprimes,
con tus húmedos labios de guerrero herido.
Suavizante ternura de mis manos,
recorren tu vientre y más allá,
bajo el impulso creador que denuncia,
la presencia masculina en plena excitación,
en donde se pierden las caricias sutiles de mis dedos,
para desencadenar de nuevo,
del volcán su erupción desenfrenada,
impulsando mi responsabilidad de real mujer,
en plena comunión con su hombre,
su coloso compañero que emite adonis sus gemidos
ahogados al enterrar sus labios en mi vientre.
Recostándose nuevamente sobre mí,
su cortejo inmortal que explora infinito,
las ansiadas esperanzas de mí, la geografìa
el manto terso de mi cintura,
viajando con avidez hacia el contorno de mis caderas,
redondeando con voracidad,
la impaciencia de mis glúteos que no esperan,
para abrirse de par en par los arcos fuertes,
que conducen hacia el interior del templo,
dónde se guarda rebosante el exquisito cáliz,
de la entrega pura, entera y profunda,
recibiendo tu generosa virilidad,
una y otra...y muchas veces más,
sujetando con mis manos,
el rumbo que marca,
la dirección correcta del placer mutuo más absoluto,
auxiliada por las tuyas, que ansiosas penetran
los húmedos pétalos de la inmaculada magnolia,
de abierta flor otoñal, en plena primavera,
haciendose más ardiente y suprema,
nuestra comunión más perfecta de cuerpos y almas,
en un sólo Ritual de Amor:
¡El de mi más suprema imaginación!

Doral.
(Todos los Derechos Reservados)
Asociación de Autores y Compositores Sinaloenses, A.C.
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