Ayer...te conocí.
Y como una planta me injerté a tu alma,
hambrienta de una sabia que nutriera mi mañana.
Viví...
en torno a tus sueños y deseos,
cojines de ternura, ofreciendo,
el pan de la colmena, preparando.
Y mientras me ceñía,
como violín a tu oído,
tu arco de Cupido,
en sensaciones de algas y ondas marinas,
con sed de eternidad, nos encantábamos.
Hoy...
en una página de Hot Mail.com.
está vacía la carpeta de nuestro Amor...
En la agenda de tu corazón
ya no soy flor, ni musa, ni canción,
ni lluvia de agua fresca,
ni tu agasajo de cumpleaños, ni tu dulce licor.
Mañana...
tal vez...olvide que transité por tu vida.
Aunque por distinta vereda...
No obstante, siempre recordaré...
a quien me llevó en su itinerario
vestido con su mejor traje de quimeras.
Me enseñó que los atardeceres todavía son bellos,
en el paisaje dibujó mi nombre con sus besos,
y que para conjugar el verbo Amar...
no hacen falta las estrellas...
Irene Gatica Castillo.
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