
En un negro corcel voy a cabalgar.
Como sus sedosas crinejas al viento
en trote flotará mi cabello suelto
humedecido por la brisa del mar.
Se bañará todo mi cuerpo desnudo
en el encaje de su cándida espuma;
dejaré al oleaje borrar mi pena;
la marea la ahogará en lo profundo.
Quiero correr por la playa tan inmensa
sin mirar, huiré de la realidad;
eufórica galopando y sin cordura,
mis brazos extenderé a la libertad.
En búsqueda impetuosa de impavidez,
yo cabalgaré con los ojos cerrados,
con el viento entrecortando mis suspiros,
mi espíritu brincando en este corcel.
Entre relinchos, bramidos de oleaje,
se fundirá mi voz de cántico en fuga,
elevándose con el viento salvaje,
va mi grito de liberación ya en pugna.
En la arena sólo quedará estampada
una breve huella de mi fuga anhelada.
En pleamar, el agua lamerá arena
y nadie sabrá que escapé de mi pena.
® Estela Foderé