amigos del mañana,
que yacen pocas horas,
durmiendo;
no se cansen, ni exageren,
templando mis palabras.
Admiro el abracadabra,
y no lo entiendo.
Mi mano, en la almohada,
y, en la ventana, el frío.
Un torpe vaho que llena,
de humo, la mesita.
Me explico sensaciones,
me sumo a ciencias puras.
Pero qué extraña resulta la flamencología.
Que tanto cojo, a pie cojito... Y cogito, ergo sum.
Esos gansos rosas, y esos Guns and Roses.
Ébano y marfil. Ajedrez.
Perdonen las interrupciones.
Mi vocación profesa ánimo saltarín.
Del uno, al otro confín, imaginándolos.
Hombres de provecho.
Bajo un mismo techo, y amigos del ayer.
Pues todo se basa en la memoria.
No se cansen, ni exageren,
templando mis palabras,
amigos del mañana,
que yacen pocas horas.
Ébano y marfil. Ajedrez.
Perdonen las interrupciones.
Admiro el abracadabra,
y no lo entiendo.
Un torpe vaho que llena,
de humo, la mesita.
Mi mano, en la almohada,
y, en la ventana, el frío.
Pero qué extraña resulta la flamencología.
Que tanto cojo, a pie cojito... Y cogito, ergo sum.