LUNA
Luna, luna, amiga mía,
que solo estoy sin ella,
sin su bella compañía,
tu bien sabes,
como mi vida alegraba
con la magia que tenía.
Ay, luna,
¡Cuánto la quería!,
cuando en noches tibias
bajo tu plateada luz,
con sus besos y caricias
a mi alma estremecía.
Hoy te miro,
solitario en mi camino,
recordando con nostalgia
los pasados bellos días,
cuando el néctar de sus labios
a mis labios se prendía.
Luna,
en tu cara se refleja mi tristeza ,
y en tu paso taciturno,
con la vista desolada,
veo las huellas de mi pena
que se pierden en la nada.
Si sus ojos hoy te miran,
luna bella,
dile, con tu brillo en lejanía,
¡Cuánto, cuánto!,
yo la amo todavía.
Leonardo Sáenz Baez