Hace tiempo que ya casi te daba poca bola,
Tal vez por tu forma de ser, tu carácter añudo y a lo franco que se pueda ser,
Siempre tuviste la razón aunque no la tuvieras,
Fuiste compañero leal y ejemplar a la hora de hablar,
Aunque tuviste la jeta suelta pa’ renegar,
Siempre un corazón abierto pa’ los demás.
En estos últimos cuarenta y pico de eneros,
Pasaron muchas cosas, yo marche pa’ la milicia, y luego pal’ casorio,
Y en justa razón el destino me alejo de tus cimientos,
Pues ahura lo comprendo, el porqué de que te extraño tanto,
No es que no supiera valorarte,
Sino que crecimos en tiempos destintos y la vida nos educo diferente,
Pero siempre con el mesmo ejemplo,
La razón ante todo y el corazón bien abierto,
Será por eso que te extraño tanto y no tengo consuelo a mi remordimiento,
Del tiempo que te tuve y no te atendí,
Y más que nada de nuestros ultimo momentos,
En el que me querías decir algo, pues yo no te podía entender,
Pues de tu boca solo balbuceabas,
Más palabras no salían y mi alma en pedazos se destrozaba,
Que me decías viejo, porque no me lo contas en sueños,
Me quede con la intriga hasta este momento,
Yo no quería que te fueras mi viejo,
Hubiese dado mi vida porque te quedaras un tiempo,
Pa’ consuelo de tu chiquito sabes,
Total yo ya no tenía remedio, ni quien me llore ni a quien pedir que me siga queriendo,
Todo lo mío estaba muy lejos, y ansi pa’ que vivir, sin un consuelo,
Viejo querido hoy siento que me haces tanta falta,
Tú presencia en cada rincón de la casa,
Tus historias, mas historias que el libro mas mentao,
Y ese corazón que tuito lo daba sin mirar a quien,
La pucha carajo, si pa’ ser un hombre solo hay que saber querer,
Por eso pienso y repienso, si juistes un hombre gueno,
Porque sufriste tanto, tanto, porque el dios vendito no te durmió como a un angelito,
Hubiera sido mejor y más digno, pero no, tu suerte estaba echada,
Naciste sufriendo a la orilla de un rio,
Y te fuiste sufriendo, que lo pario, que vida puta, que lo repario…
Ángel negro