Uploaded at Picoodle.comAhora que estoy viejo y cansado, rodeado de soledad
lento y lleno del aburrimiento propio de la edad.
Cuando el recuerdo, camine al lado de mi sombra
y mi sombra se asombre de verlo ahí..a través de
la penumbra,
volveré despacio sobre mís pasos cansados, tomaré
este libro, leeré despacio, y soñaré con tus versos tan
amados.
Soñaré con la suavidad que tu piel mostraba, y la alegría
de tu mirada, que con todo arrasaba, cuantos admiraron
tu belleza y aquellos momentos, cuando con tu gracia
arrancabas suspiros y dabas tormentos Llegaste a mí, sabia
que me robarías el corazón, me adoraste sin reserva y me
diste toda su atención.
Me amaste a pesar del tiempo, que dejó arrugas en mi rostro
y aceptaste el cambio de mi cuerpo y los silencios de mi mente,
amándome, adorando de mí, cada centímetro... admirablemente.
Las rodillas se doblan doloridas, mientras me siento en esta silla
murmuro suavemente y me pregunto La juventud adorada
¿qué camino tomó?
¿Dónde se ha ido mi amor?
Sé que una noche fría me dejó.
Ahora solo debo esperar a seguirla, me dirás ven, yo te protejo.
Me siento... abro el libro, cae una foto... y con ella en mis manos
sueño... con la suavidad de su rostro, sus brazos cercanos,
la belleza de sus ojos y sus cabellos con el perfume del manzano.
Creo que estoy llorando... si... estoy llorando es que llegué a mí vejes
solo, y ahora, te estoy recordando……
Almatriste,
lento y lleno del aburrimiento propio de la edad.
Cuando el recuerdo, camine al lado de mi sombra
y mi sombra se asombre de verlo ahí..a través de
la penumbra,
volveré despacio sobre mís pasos cansados, tomaré
este libro, leeré despacio, y soñaré con tus versos tan
amados.
Soñaré con la suavidad que tu piel mostraba, y la alegría
de tu mirada, que con todo arrasaba, cuantos admiraron
tu belleza y aquellos momentos, cuando con tu gracia
arrancabas suspiros y dabas tormentos Llegaste a mí, sabia
que me robarías el corazón, me adoraste sin reserva y me
diste toda su atención.
Me amaste a pesar del tiempo, que dejó arrugas en mi rostro
y aceptaste el cambio de mi cuerpo y los silencios de mi mente,
amándome, adorando de mí, cada centímetro... admirablemente.
Las rodillas se doblan doloridas, mientras me siento en esta silla
murmuro suavemente y me pregunto La juventud adorada
¿qué camino tomó?
¿Dónde se ha ido mi amor?
Sé que una noche fría me dejó.
Ahora solo debo esperar a seguirla, me dirás ven, yo te protejo.
Me siento... abro el libro, cae una foto... y con ella en mis manos
sueño... con la suavidad de su rostro, sus brazos cercanos,
la belleza de sus ojos y sus cabellos con el perfume del manzano.
Creo que estoy llorando... si... estoy llorando es que llegué a mí vejes
solo, y ahora, te estoy recordando……
Almatriste,
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