Acaríciame el alma
con el canto sutil del corazón,
quiero sentir como tus miradas
van desnudando mis sentimientos.
Sentir como van abriendo sus alas,
las mariposas crisálidas
que habitan en mi pecho.
Y como tus dedos sin tocarme
pueden acariciar mis pensamientos,
mientras tu boca va robando
los suspiros que duermen en mi almohada.
Acaríciame el alma
con la luz que brota de tus pupilas,
que como un traje van vistiendo mis sueños
que te esperan posados en mis labios.
Acaricia mi alma
y haz que tus manos lleguen
hasta ese punto exacto,
en donde nacen mis ilusiones y . . .
muéstrame tus tácticas para amarme,
mientras tu alma va buscando la mía.
Esmeralda
(Derechos Autor)