indómita arenisca por la vena,
deslizando su lengua dulce y plena
con la sabia pericia del amante,
se filtra como savia trepidante,
espiral de deleites en cadena,
acaricia tejidos de azucena,
alzando su cabeza detonante.
Dinosaurio voraz que escupe fuego,
agita goces de álgidos gemidos
y eleva manantiales de sosiego.
Hipodérmicos tréboles dormidos
sobre impetuosos mares que despliego
que enloquecen la flor de los sentidos.
Rybka.