¡Si siempre la estoy amando!
Cómo olvidar su sonrisa,
su mirada, sus abrazos,
y el cariño que ponía
cuando besaba mis labios.
No me digas que la olvide
¡Siempre la estoy recordando!
Fue luna que me alumbraba,
la que guiaba mis pasos,
la que siempre me inspiraba
mis poemas y mis llantos.
Pensé que me olvidaría;
pero ¡ay! no la he olvidado
me acompañaba tantas veces
en los momentos amargos,
en los momentos felices,
y hasta cuando estoy soñando.
Sueño con ella por las noches
y me acabo desvelando
y ya no concilio el sueño.
Es mi luna y mi calvario.
Fue Rosa de Primavera
que el viento fue deshojando;
y se convirtió en silicio
que el cuerpo fue torturando
mi dolido cuerpo amargo.
Autor: Jesús Gutiérrez