ME DEBES NADA
No tienes que; me debes nada,
cuanto creaste para mí ya lo tengo,
y te agradezco ese algo único...
nunca [nos] pudo tocar, pero es total,
porque viene cansado de amar,
dispuesto al corazón deslumbrar;
y te cuento: como dentro de ti;
ahora y después ha sucedido nada
con la fuerza que mi ser te extraña.
Que, en mí, hayan cambiado muchas cosas
ha logrado que más me acuerde de ti;
contigo aprendí a ser yo misma, capta, límpia
temerosa de acercarme a otra boca,...
es por eso que aún mi camino proceda
en un momento del día me acercaría a ti
así sea estrechando mis brazos al viento
porque lo que tu me haces sentir no tiene límites;
que más quisiera, yo, estar a tu lado.
Existe en ocasiones... y a toda hora,
un incierto nos toma el pensamiento,
la ilusión la pone de patitas - toma cuenta-
el corazón se hala los pelos de coraje,
de momento, un brebaje arrebata los sentidos,
todo parece una locura: «¡qué estoy haciendo!»
Mas cuando sentimos el amor sigue latiendo
y una lágrima en silencio nos dice equivocarnos,
entonces buscamos la caricia que perdimos.
Aquí en mi corazón te sigo amando sin negarlo;
me he alejado porque el dolor me tiene riña,
pero he rogado que tus labios no me olviden...
aquí yo disfruto con tus risas... de tus besos;
estoy deseando aquellos dos minutos juntos
sean pleno, largos... como esta misma espera.
No es que yo quiera pagarte con olvido...
ese no quiere [yo sepa] que te has ido,
y sabe que te quiero por encima de mi suerte.
¡Cuánto quisiera, tu ser, diera ese paso!
¡Tus ojos embriagados, en la luz que me guía!
No, no he mentido cuando digo: me reúso
de hacer el mal... y lucho por llegar....
pero a ti no te olvido, eso nunca jamás;
tú eres esa victoria que ganó mi memoria...
pregnada en tu alma tienes mi sed de amar;
qué más puede pasar, tú en mí, yo en tus sueños...
una realidad; lo sabe el universo!
©Juanita Reyes®120313