hoy no quiero ni pensar:
de mi mundo estoy ausente
sólo deseo volar.
En un paraíso me hallo..
¡Cuán grata es esta morada!
Dulce hogar para este yayo,
final de su larga estrada.
De gozo feliz estallo;
la diosa: ninfa rosada
montada en caballo bayo,
da la luz a mi alborada.
Una mañana de Mayo
entre claveles bañada
ve atónito este lacayo
flor hermosa y aromada.
Despierto pero deliro,
me oprimo ante la almohada,
huye de mi alma un suspiro
al verse en ella atrapada.
Mis ojos se desparraman
buscando labios que admiro
¡Sombras mis fanales traman!
Despierto de este retiro.