Soy de esa extraña clase de personas
Que nunca han podido cumplir un sueño
Me siento como un rey, pero sin su corona
Y muchas veces, como un perro sin dueño
Cuando estabas junto a mi, nada temía
Y pasaban pronto las horas, y los días
Luego el amor te puso en otras manos
Y al punto mi corazón se volvió humano
Aunque ahora me duela, te deseo lo mejor
Todos mis parabienes para tu nueva vida
Ojala hayas encontrado el verdadero amor
Y a la pasión, tu alma, le dé la bienvenida.
Olvídate de mí, no soy nadie importante,
Sólo aquel hombre que un día te quiso
Con amor puro, haciendo cada instante
Del cariño hacia ti, un esclavo sumiso.
Cuando del mar azul, las verdes olas
Revienten contra playas olvidadas
Mi recuerdo será como una vitola
Casi sin interés a tu dedo anudada,
Y volverán las horas a expresar su deseo
De irse, dejando que pasen los minutos
En fila india, como ésos instantes diminutos
Robados al destino, en un barco de recreo.
Y para cuando el día no sea más que noche
Cálidamente amada, te vestirás de fiesta
Recorrerás andando nuestra calle, desierta
Y a la vuelta, quizá, te llevarán en coche
Mientras tus verdes ojos, esmeraldas nocturnas
Escrutan cada esquina en busca de ésa alma
Que un día olvidaste y que ahora está en calma
Adormecida y sola, encerrada en su urna
Esperando que alguien le abrirá el candado
En un día como otros, de cualquier primavera
Y salir como el viento, rugiendo desafiante
Sin más oposición que la que halla el navegante
Cuando recorre el océano sin tregua, atormentado
Por aquellos recuerdos que van quedando atrás;
Te juro, sin saber si ahora de verdad te han amado,
Que desde que te fuiste, aún te he querido más.-
Que nunca han podido cumplir un sueño
Me siento como un rey, pero sin su corona
Y muchas veces, como un perro sin dueño
Cuando estabas junto a mi, nada temía
Y pasaban pronto las horas, y los días
Luego el amor te puso en otras manos
Y al punto mi corazón se volvió humano
Aunque ahora me duela, te deseo lo mejor
Todos mis parabienes para tu nueva vida
Ojala hayas encontrado el verdadero amor
Y a la pasión, tu alma, le dé la bienvenida.
Olvídate de mí, no soy nadie importante,
Sólo aquel hombre que un día te quiso
Con amor puro, haciendo cada instante
Del cariño hacia ti, un esclavo sumiso.
Cuando del mar azul, las verdes olas
Revienten contra playas olvidadas
Mi recuerdo será como una vitola
Casi sin interés a tu dedo anudada,
Y volverán las horas a expresar su deseo
De irse, dejando que pasen los minutos
En fila india, como ésos instantes diminutos
Robados al destino, en un barco de recreo.
Y para cuando el día no sea más que noche
Cálidamente amada, te vestirás de fiesta
Recorrerás andando nuestra calle, desierta
Y a la vuelta, quizá, te llevarán en coche
Mientras tus verdes ojos, esmeraldas nocturnas
Escrutan cada esquina en busca de ésa alma
Que un día olvidaste y que ahora está en calma
Adormecida y sola, encerrada en su urna
Esperando que alguien le abrirá el candado
En un día como otros, de cualquier primavera
Y salir como el viento, rugiendo desafiante
Sin más oposición que la que halla el navegante
Cuando recorre el océano sin tregua, atormentado
Por aquellos recuerdos que van quedando atrás;
Te juro, sin saber si ahora de verdad te han amado,
Que desde que te fuiste, aún te he querido más.-
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