
Soy poeta de amores o tal vez un romántico
porque busco en un cántico los poéticos sueños,
erigidos en dueños, de mi humilde ideario.
O quizás soy poeta del gran Bécquer devoto
pues confieso que noto cómo vienen las rimas
que me llevan a climas del amor delicioso.
Y en mis letras germinan abundantes fervores
de exquisitos amores, que me llenan de brío
y siento el desafío de glosar mil canciones.
Y aprovecho el momento escribiendo poemas
impregnados de temas de amorosos romances
o de míticos trances y posibles tristezas.
Aunque pasen los años y aunque acuse el temblor
como buen pensador el versar aparece
y por eso apetece cantar al corazón
Ya que nunca el poeta abandona su musa
porque es la gracia infusa que el buen Dios nos alcanza.
también es la esperanza de tan noble locura.
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