Mi Navidad
ni sienta la tibieza de tus manos, acariciando mi piel.
Puede que mi dolor se hizo costumbre y a nadie le importa,
si derramo una lagrima o dejo el llanto para después.
Mi soledad es tan triste como lo son todos mis días,
es una penumbra permanente que no me deja ver.
Será por el simple hecho de que te amo todavía
y me niego al mundo, para acercarte a mi querer.
Tu amor me dejo tan perdido, vacio y solo,
que aun contigo, me sigo sintiendo en la soledad.
Pero aun me niego a olvidarte de todos modos
y te lloro en mi silencio, porque ya no estás…
Es un llanto constante el caminar por mi vida,
mirando el suelo, para que no me noten llorar.
Borrando tus huellas, con mis lágrimas de agonía
y siguiendo la estrella que alumbra mi penar.
Y hoy es cuando más te necesito y mas, te extraño,
en este silencio aturdido por la navidad.
Porque sé que siempre será así, en todos mis años,
festejando con mi tristeza y mi oscuridad.
PENUMBRO