
Te dejo una hilera de mis huellas
si las sigues, siempre me habrás de encontrar,
no esperes a que el tiempo se deshaga de ellas,
ni las busques donde nunca habrán de estar.
Te dejo la guía que te lleva al destino
profundo rastro marcado en la intimidad de la arena,
ella te conducirá hasta el final del camino,
allí escucharás el latir del corazón quien por ti espera.
Te dejo el rastro peculiar de mis pisadas
al mirarlas advertirás el fruto de mi caminar,
llenas de intensa ilusión están ellas forjadas,
en un sueño de amor hecho para soñar.
Te dejo señas de una estela de mis pasos
las que tu fino instinto de amor perseguirá
y cuando sientas los dulces besos y tiernos abrazos,
te tomaré de la mano y junto a mi escaparás.
Te dejo las marcas del trecho caminado
delineadas para ti con el pincel del escultor,
cuando al final de la senda me hallas al fin encontrado
despertarás de la fantasía para vivir el amor.
Julio Medina
16 de agosto del 2011