
Algún día. . . quizás
tus pasos te guiaran inconscientemente
a donde están las huellas de los míos,
buscaras en el viento
con afán mis caricias sobre tu ser
cederás a la melancolía
sumergido en los recuerdos.
Sentirás la herida que causa el tiempo,
imponente enemigo que no a vencido
tu necesidad de mí y. . . algún día quizás
como al prado las gotas de rocío,
te harán falta, mis palabras y mi abrazo.
Lo sé, lo sentirás, porque dulce amor mío
jamás nada igualará lo que tú y yo
hemos vivido.
Mary Sánchez.
