Por Ramon Carela
No se por qué me siento de esta forma,
un tanto taciturno muy triste y solitario,
en que mi alma calla y pierde de su norma,
sin poder producir tan solo un comentario.
al mirar a lo lejos se divisa la bruma,
opacando la senda que debo continuar
y mi mano no siente sostener esa pluma,
linterna que rehusa con sus letras brillar.
la montaña de nubes que no me deja ver,
se agiganta negruzca, torbellino en mis ojos
y siento la hojarasca del cielo desprender,
ciñendo mis oídos de ruidos y rastrojos.
No soy el bienvenido de tus ensueños,
no soy esa persona igual a la que fui,
tal cual mi corazón, muere por tus desdeños,
y mi mundo es un trémulo por carecer de ti.
Ilumina mi alma con tu luz y tus versos,
permite que a tu cielo mis cantares te lleguen
y mis tiernos poemas de contenidos tersos,
te digan lo que siento cuando en ti se desplieguen.
La muralla infinita que existe entre los dos,
que no me deja verte ni escuchar tus canciones,
te suplico la baje pues no es obra de Dios.
y entrégale a mi vida del fruto de tus dones.