La fiebrdel mancebo
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- ALI AL HADED
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La fiebrdel mancebo
LA FIEBRE DEL MANCEBO
ELECCIÓN
A hurtadillas, el ocaso pinta las praderas de rojo carmesí, mientras el viento despeina con sutileza las espigas tiernas que van sangrando. Un pálpito silente va muriendo en las dehesas y el fuego del color se torna tenuemente en sombras.
El hueco del paisaje absorbe el reflejo de la inconsistencia de la luz y duerme, tímidamente, tras la potencia de ese rito silencioso que amamanta La tierra. El beso aledaño de titilantes fotones como farolas en ciernes, ilumina la noche sobre el césped; son aquellas mágicas luciérnagas que fomentan una esperanza cual románticas estrellas fugaces en el cielo Queda atrás el caserón antiguo, sumergido en ese gótico encuentro impresionista. El ulular persistente de los grillos o de las cigarras – según sea – impregna el rectángulo nocturno. En su parir, una luna crece redonda y renueva el asombro de los campos. La algazara de la noche es un poema en el vientre del camino y el peregrino desanda en su pasión la mística que lleva en su alforja. Hay un criterio escondido entre las sombras o, tal vez, una maestría que se renueva a cada paso; el peregrino lo sabe desde siempre y se persigna ante el don de la vida.
Guadales de polvo en el camino
Una proeza, un destino
La sinrazón o el albedrío
Un recorrido
La fe puesta en la estrella
El fino abecedario, la lengua escrita, el eco de la voz, atemperan la mueca del tiempo y el peregrino asiente que el reloj de su existir es un verbo en transitivo.
Amar en una noche
El pliego
Atizando el fuego pasional
Es el contenido.
La enjundia de colores que manifiesta la dicha de amar, secreta el aminoácido del pronombre y devuelve al peregrino su inmanencia.
La osadía del pensar es
Un camino
Donde el sentir se disuelve
En el amor
En que un peregrino resuelve
Dejar atrás su posada
Para engendrar los detalles
De un cuadro absoluto
Junto a su amada.
Ciertamente, habrá otros eclipses y otras nostalgias. El Mancebo es el peregrino y conoce el azúcar o la miel; tendrá que elegir su caminar, ya junto a la luna, ya redimiendo su historia volátil en aquél caserón antiguo.
ELECCIÓN
A hurtadillas, el ocaso pinta las praderas de rojo carmesí, mientras el viento despeina con sutileza las espigas tiernas que van sangrando. Un pálpito silente va muriendo en las dehesas y el fuego del color se torna tenuemente en sombras.
El hueco del paisaje absorbe el reflejo de la inconsistencia de la luz y duerme, tímidamente, tras la potencia de ese rito silencioso que amamanta La tierra. El beso aledaño de titilantes fotones como farolas en ciernes, ilumina la noche sobre el césped; son aquellas mágicas luciérnagas que fomentan una esperanza cual románticas estrellas fugaces en el cielo Queda atrás el caserón antiguo, sumergido en ese gótico encuentro impresionista. El ulular persistente de los grillos o de las cigarras – según sea – impregna el rectángulo nocturno. En su parir, una luna crece redonda y renueva el asombro de los campos. La algazara de la noche es un poema en el vientre del camino y el peregrino desanda en su pasión la mística que lleva en su alforja. Hay un criterio escondido entre las sombras o, tal vez, una maestría que se renueva a cada paso; el peregrino lo sabe desde siempre y se persigna ante el don de la vida.
Guadales de polvo en el camino
Una proeza, un destino
La sinrazón o el albedrío
Un recorrido
La fe puesta en la estrella
El fino abecedario, la lengua escrita, el eco de la voz, atemperan la mueca del tiempo y el peregrino asiente que el reloj de su existir es un verbo en transitivo.
Amar en una noche
El pliego
Atizando el fuego pasional
Es el contenido.
La enjundia de colores que manifiesta la dicha de amar, secreta el aminoácido del pronombre y devuelve al peregrino su inmanencia.
La osadía del pensar es
Un camino
Donde el sentir se disuelve
En el amor
En que un peregrino resuelve
Dejar atrás su posada
Para engendrar los detalles
De un cuadro absoluto
Junto a su amada.
Ciertamente, habrá otros eclipses y otras nostalgias. El Mancebo es el peregrino y conoce el azúcar o la miel; tendrá que elegir su caminar, ya junto a la luna, ya redimiendo su historia volátil en aquél caserón antiguo.
Re: La fiebrdel mancebo
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La fiebrdel mancebo
Notapor ALI AL HADED » Dom Dic 03, 2017 2:55 am
LA FIEBRE DEL MANCEBO
ELECCIÓN
A hurtadillas, el ocaso pinta las praderas de rojo carmesí, mientras el viento despeina con sutileza las espigas tiernas que van sangrando. Un pálpito silente va muriendo en las dehesas y el fuego del color se torna tenuemente en sombras.
El hueco del paisaje absorbe el reflejo de la inconsistencia de la luz y duerme, tímidamente, tras la potencia de ese rito silencioso que amamanta La tierra. El beso aledaño de titilantes fotones como farolas en ciernes, ilumina la noche sobre el césped; son aquellas mágicas luciérnagas que fomentan una esperanza cual románticas estrellas fugaces en el cielo Queda atrás el caserón antiguo, sumergido en ese gótico encuentro impresionista. El ulular persistente de los grillos o de las cigarras – según sea – impregna el rectángulo nocturno. En su parir, una luna crece redonda y renueva el asombro de los campos. La algazara de la noche es un poema en el vientre del camino y el peregrino desanda en su pasión la mística que lleva en su alforja. Hay un criterio escondido entre las sombras o, tal vez, una maestría que se renueva a cada paso; el peregrino lo sabe desde siempre y se persigna ante el don de la vida.
Guadales de polvo en el camino
Una proeza, un destino
La sinrazón o el albedrío
Un recorrido
La fe puesta en la estrella
El fino abecedario, la lengua escrita, el eco de la voz, atemperan la mueca del tiempo y el peregrino asiente que el reloj de su existir es un verbo en transitivo.
Amar en una noche
El pliego
Atizando el fuego pasional
Es el contenido.
La enjundia de colores que manifiesta la dicha de amar, secreta el aminoácido del pronombre y devuelve al peregrino su inmanencia.
La osadía del pensar es
Un camino
Donde el sentir se disuelve
En el amor
En que un peregrino resuelve
Dejar atrás su posada
Para engendrar los detalles
De un cuadro absoluto
Junto a su amada.
Ciertamente, habrá otros eclipses y otras nostalgias. El Mancebo es el peregrino y conoce el azúcar o la miel; tendrá que elegir su caminar, ya junto a la luna, ya redimiendo su historia volátil en aquél caserón antiguo.
Estimado Forista:
También yo llego por aquí, y si que saludo su bella inspiración a través de lo nuevo que nos trae,
en este caso con este nuevo tema que saludamos de su parte.
Esperemos pronto vuelva con mas de lo suyo por nuestro foro, y entre tanto aquí dejo las huellas de mi paso.
Saluditos y que el Señor guíe su camino!


También yo llego por aquí, y si que saludo su bella inspiración a través de lo nuevo que nos trae,
en este caso con este nuevo tema que saludamos de su parte.
Esperemos pronto vuelva con mas de lo suyo por nuestro foro, y entre tanto aquí dejo las huellas de mi paso.
Saluditos y que el Señor guíe su camino!


- literalyaritza2017
- Mensajes: 9
- Registrado: Dom Dic 03, 2017 02:32
- Ubicación: El centro geográfico de mi Chile amado
Re: La fiebrdel mancebo
Estimado poeta
Una narrativa con versos muy delicados,
Interesante lectura, y es un agrado poder
Visitar su espacio
Saludos
Su amiga
Literal Yaritza 2017
Una narrativa con versos muy delicados,
Interesante lectura, y es un agrado poder
Visitar su espacio
Saludos
Su amiga
Literal Yaritza 2017
"MAS VALE ESTAR SEPARADOS Y SENTIRSE JUNTOS, QUE ESTAR JUNTOS Y SENTIRSE SEPARADOS"
(LITERAL YARITZA)
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- Bio-kaffee
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- Registrado: Jue Ene 24, 2008 04:10
Re: La fiebrdel mancebo

Estimado Ali:
Vengo siempre con presteza
tras su post y su sentir,
y aunque escriba con torpeza...
¡Pues no dejo de venir!
Louis
Vengo siempre con presteza
tras su post y su sentir,
y aunque escriba con torpeza...
¡Pues no dejo de venir!


- ALI AL HADED
- 300
- Mensajes: 362
- Registrado: Vie May 28, 2010 12:51
Re: La fiebrdel mancebo
Estimada Romántyka:
Gracias por tu paso por este humilde trazo que intenta ser un aporte a este hermoso foro maravilloso.
No siempre el rumor de mis notas pueden rimar como debieran, trato de extirpar lo cotidiano y expresarlo así.
¡Mi perdón por romper la sinalefa!
Cordiales saludos
Gracias por tu paso por este humilde trazo que intenta ser un aporte a este hermoso foro maravilloso.
No siempre el rumor de mis notas pueden rimar como debieran, trato de extirpar lo cotidiano y expresarlo así.
¡Mi perdón por romper la sinalefa!
Cordiales saludos
- MAria Auxiliadora
- -*-*-*-*-
- Mensajes: 4796
- Registrado: Mar Dic 11, 2007 21:12
- Ubicación: En algún lugar del Cosmos
Re: La fiebrdel mancebo
Siempre con el placer de
recorrer tu espacio poético para deleitarme con tu
inspiración y la fluidez de tus versos compartidos en nuestro foro.
Por lo que dejo mi huella y un cordial saludo.
recorrer tu espacio poético para deleitarme con tu
inspiración y la fluidez de tus versos compartidos en nuestro foro.
Por lo que dejo mi huella y un cordial saludo.

