háblame desde un leve rumor
dibújame la brisa de tu aliento
alíviame en lo más íntimo de tu pecho...
Sálvame con un vino exquisito.
Ven a mis abismos y súbeme a la gloria de tu beso
traza con saliva mis ansias de ti
vacía sobre mí tu río de temblores
deshoja el espasmo de tus pliegues...
Sé un libro en tu más rojiza lunación
dame palabras y misterios
llévame en la noche de tu pelo
siémbrame de rumores en tu vientre.
Dime el grito sudoroso de tu piel...
abandonado a la plenitud de tu entrepierna
desbordado de ti cuando digas silencio
ya sin lengua
sin latidos
sin membranas
con un tesoro de vino relumbrante ...
un concierto de cristales desquiciados
el orgasmo hospedado en lo infinito
de regreso
desde la plenitud del cielo
Josell
