
............................
Día a día. Siempre existe algo por agradecer.
**********
Se presenta una imagen, mi Dios.
Es una luz bella que quería ver
en el principio de mis siglos,
en el alba de mis ojos cerrados..
Una luz de esperanza y de amor;
me quieres devolver mi sonrisa.
Alabo todo lo tuyo, ser mío.
Agradezco lo que me das,
lo que en mí provocas a hacer.
Cortas son mis líneas, lo sé.
Con ellas tan sólo te digo:
gracias por un día más,
por el pan en mi boca,
por el techo en mi cabeza,
por la manta que cubre mi cuerpo,
por el sentir que arraigas en mi ser,
por mis amigos,
por mis enemigos,
por los días felices,
por los momentos de angustia,
de pena y silencioso dolor.
Gracias por todo:
aquello es la vida.
Gracias por esta vida,
por todo lo que me falta hacer:
no hice absolutamente nada.
Te pido por la desgracia reinante,
por aquello que nos mantiene tensos,
los constantes problemas,
las dificultades que no pueden
aún ser superadas.
Por mi gente triste,
por sus miradas de pena,
por los de ojos preocupados,
por los llantos en carne viva.
Danos la paz a todos,
y ayúdanos a acercarnos a ti.
estar en paz contigo
y con nosotros mismos.
Que las ganas de vivir
y trabajar no me falten,
mas no cesen las ganas
por siempre rezarte
y por siempre amarte.
Por J.C.N.S.

AMÉN.










 Busco mi tranquilidad pero no la encuentro. Ya no quiero romper esta cadena que una vez quise para mí, mi Señor: la de la constante oración, pero mi pedido carece de alguna fuerza que necesito para volver al sendero que me lleve a ti, mi Salvador. Dame las fuerzas para un cambio, para ver las cosas de manera más objetiva, para no dañar, para ver a todos iguales o superiores a mí en el aspecto servicial, para ser alguien con una sonrisa todos los días, mi Señor. Hoy tengo poco para escribirte, Padre. Aprovecho estas líneas para agradecerte el manterme vivo una vez más aquí, escribiéndote estas húmedas líneas de mis lágrimas que ahora vierto por sentirme vacío, por la falta de ti. Te pido por los seres que amo, por todos los que me rodean y danos un nuevo amanecer y un reparador ocaso. Que las ganas de vivir y trabajar no me falten, y no cesen los ánimos por siempre rezarte. Por J.C.N.S.
 Busco mi tranquilidad pero no la encuentro. Ya no quiero romper esta cadena que una vez quise para mí, mi Señor: la de la constante oración, pero mi pedido carece de alguna fuerza que necesito para volver al sendero que me lleve a ti, mi Salvador. Dame las fuerzas para un cambio, para ver las cosas de manera más objetiva, para no dañar, para ver a todos iguales o superiores a mí en el aspecto servicial, para ser alguien con una sonrisa todos los días, mi Señor. Hoy tengo poco para escribirte, Padre. Aprovecho estas líneas para agradecerte el manterme vivo una vez más aquí, escribiéndote estas húmedas líneas de mis lágrimas que ahora vierto por sentirme vacío, por la falta de ti. Te pido por los seres que amo, por todos los que me rodean y danos un nuevo amanecer y un reparador ocaso. Que las ganas de vivir y trabajar no me falten, y no cesen los ánimos por siempre rezarte. Por J.C.N.S.