
¿QUÉ?... ¿ME AMASTE?

Quebraste el cristal de mis suspiros
la noche en que gritaba mi alegría,
y en tus versos mis pasiones escondidas
las robaste, sin pensar cuanto me herías.
Fue cayendo mi inocencia en tu falsía
descubriendo en tus impulsos las mentiras,
mientras que yo, que casi te creía,
iba sintiendo el despertar en mis pupilas.
¿Qué?... ¿Me amaste?
¿Ama aquel que no respeta sentimientos
sabiendo que jamás entregaría,
esa ternura que brotaba en el silencio,
mientras tenías tus manos en las mías?
Arañaste los tejidos de mi alma,
sin pensar en el cariño que existía,
deshojando esta rosa ya marchita
que esperaba ser regada por la vida.
Vete ya, lejos de mi pensamiento
no te atrevas a volver por otras horas,
aunque te excuses, dejarás en mí lamento
que tal vez pueda ahogarlo en otras olas.
Hoy, lagrimean en mis ojos los rezagos,
al saber que no fue una la oveja expiatoria,
sino aquellas que te ofrecieron sus brazos
mientras que tú, las manchabas con tu gloria.

Mujer de Espuma
Derechos Reservados

¡Te ame, y … ¡
Te amo, adorándote con el pecado
de herejías y gentiles negaciones;
con la plegaria de mis oraciones
y las elegías de mi legado.
Te amo, como mi aleluya del amanecer
en las decenas de minutos de cada día,
contemplando tu imagen como una oración…
Así, así te amo,
como crepúsculo esperando la noche.
Te amo, llenándome con la dulzura
que deja la gloria de tu memoria,
en el sentimiento que arraiga euforia,
para la nostalgia que me captura.
Eclipse de amor, conjunción de mis pasiones
pecado incruento, sin óxido de malicia
la que todo corroe, así yo te amo…
Bajo la luz de la luna, liadas nuestras pieles
Te amo, en el día y noche que se abraza,
para no pasar la edad que despoja
en otoños, el esplendor que aloja
mi sueño, que contigo se embaraza.
Raudas corrían mis hojas, por campos heridos,
así te encontré, cual rayo de luz
en una taza de amargo té,
endulzando mis pétalos marchitos.
Te amo, porque idolatrando tu esencia
jamás te marchitara éste jardín,
y tu rosal por siempre su carmín
guardara de ésta historia su presencia.
Inflamas mis sueños.
Cucharadas de rocío, fecundan nuestro amor
ardiendo en el, las caricias de unas tardes,
en el cristal del alma que sólo admite verdades.
Este amor no tiene dolor ni pena,
no ha regado lágrimas ni condenas,
solo ha dejado calor en cadenas
de besos y abrazos de su colmena.
Plenitud, cual un arco iris de siete colores
así es el amor, íntegro sin bemoles,
de una abeja libando en tus pupilas
el verso de tu amor, que me hace Poesía
Y amando tu alma, su ánimo y su aliento;
amo su estela, en dura soledad,
amo el trono que busca su deidad,
amo el recuerdo forjado en su acento.
Te amo y te amaré, atrás quedaron dudas,
lazarillo amante, de un alma sangrante.
Aliento de mis noches tan vacías,
Rey de mis soledades.
Hoy mi copa rebosa, dueño de los caudales
de un corazón que en ti, revivió sus cantares.
Diseño: "Doral"
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