Este es un poema, que escribí hace mucho tiempo y lo tenía guardado en un diario.
Bueno, me decidí a publicarlo aquí. En realidad, no es el primer poema que hago, pero me decidí por colocar este.
Me gusta mucho la serie: El doctor House. Y el personaje, me agrada, pero no quiere decir, que sea su fan. Solamente, me agrada. Y en un momento de espontaneidad, le hice un poema. Espero les guste.
Porque bajo mascaras, una tras otra. Otras que se le pueden catalogar como odiosas, algunas como curiosas y talentosas.
Dime, que ocultas la verdad de lo que sientes.
Dime, que hay dentro de ti.
Dime, que sientes un ápice de esperanza.
Dime que piensas y anhelas en tu vida.
Acaso, escondiendo las raíces y costumbres familiares, teniendo aliados en tu destino, aun así, pretendes ocultar que en tu alma, te siente miserable.
2 mujeres, una es talentosa y compresiva. La otra es, paciente y leal, más no son rivales en el amor.
Una fue un amor en tu vida, pero tú abandonaste la alianza de ese amorío. La otra, fue la que buscaba que tú, la miraras con otro matiz en tus ojos, pero dejaste que abandonara su meta. Las corrientes del mar, atraviesan una parte de la arena y esa aridez está en tú corazón.
Deja que la rosa florezca más, en tú prado de ironía.
Deja que la ternura invada, en tú río de orgullo activo.
Deja que el roce de los dedos femeninos, palpe la esencia de tú sarcasmo.
Deja que el perfume de las flores en sus campos ocultos, roce tú camino de frialdad.
Deja que los suspiros de mujer, lleguen a tus oídos de necedad.
Deja que la piel sedosa, como muñeca de porcelana, recorra la extensión de tú inteligencia.
Deja que los cabellos perversamente sensuales, se junten con tú sonrisa narcisista.
Deja que las corrientes de las riveras, reconozcan tú crueldad.
Deja que los mantos de las elfas de las aguas nórdicas, se abran lentamente con la virtud de tú talento.
Deja que los brillos enigmáticos del cielo, intenten buscar el amor en tú egocentrismo.
Deja que los cuellos de cisne, se alcen sosegando el dolor en tú cuerpo.
Deja que la curiosidad de las ninfas por los hombres perdidos, conozcan el origen de tú obstinación.
Deja que la dulzura de los labios femeninos, prueben tú arrogancia.
Deja que la lluvia en centrífugos diamantes, busque sentirse extravagante con tú interesante vocablo de honestidad.
Deja que el aleteo de las mariposas, se encuentren con tus pasos de grosería indeleble.
Deja que las olas de mar enciendan en ti, una llama de humildad.
Deja que las razones del amor, escriban en ti, una verdad antigua.
Autoria: Opa-DespinaValdi
