
Y en la debilidad que angustia al corazón
van los latidos…
…éstos que aún me quedan vacilantes,
nombrándote en mi estúpido cariño…
Llego hasta ti… sin música en los ojos
y en la clemencia encuentro un cruel abismo…
Si al menos me abrigaras esta noche,
tendría ya las fuerzas para echarte en el olvido…
Alcanzo en la distancia a ver tu sombra
que es una indiferencia a lo vivido
y estrujo la vertiente de mi sangre
al flujo de la vida que tuvimos…
En quejas muy pesadas van mis horas
pensando en lo que tuve y no he tenido…
Allí te encuentro errante sin razones
diciéndome que no fue tu bien medido…
Y busco en la ventana de otros ojos
respuestas que me den algún motivo…
Motivo para levantar del suelo ,
el cuerpo que quemaste en tu albedrio…
Marchitos ya mis labios,
ahogados mis sentidos…
De oscuros sinsabores se va cubriendo el brío…
Marchitos ya mis ojos…
Ahogados tus hastíos,
te alejo de mi lado
mi amor se va contigo…