Al rato, se le acerco un león con cara de hambriento y luego otro y otro... En ese momento él se acordó de que había leído que la música calmaba a los animales y muy nervioso se puso a tocar una canción. Los leones se calmaron y acostaron a su alrededor, y el músico se tranquilizó pensando que se había salvado de morir, cuando de repente, de entre los árboles salió un león furioso y se comió al guitarrista, y uno de los primeros leones le dijo a otro:
- ¡Ves!, te dije que el sordo nos iba arruinar el concierto
