bailo a la luna radiante cada noche me espera
el dolor no llega a mis muñecas ni mis cadera
y solo es tu mirada, la que me importa si me
observas.
Que la lluvia llegue, refresque mi garganta pero
jamás dejare de bailarle a mi luna, tampoco a
las fieras. Esas que desean arañar mis sedas
con mi baile, las entretengo y mansas quedan.
Correteo por aquí, te veo desde acá
alzo mi manos altas para poderte abrazar.
no me importa no llegar te seguiré danzando
pero un abrazo tuyo no vendría nada mal
Aunque los viento soplen, y la lluvia
llegue, con o sin mis sedas y pulsera
te seguiré bailando... mi luna tan bella.