
Me dices: -¿Por qué… tus ojos me adulan…?
Y yo sonriendo respondo en silencio…
Adoro mirarte… te llevo a mi adentro…
Contemplo la esencia del ser que tú eres,
diviso tu aura en luces que crecen…
Me admiro al saberte ahí tan presente,
haciendo tus cosas… tan serio… al momento…
Riendo, o jugando… no sé… todo puedes…
Me dices: -Amor… quita tu mirada… me pones nervioso,
me tiemblan las alas…
Y yo te respondo feliz a tu asombro:
-Te miro extasiada, buscando reposo,
en ti moran todas las cosas que quiero
y bebo en tu alma, las gotas del cielo…
En ti se enjaularon las olas y el viento
por eso mi vida… te miro y deseo,
ser parte del fuego, que llevas entero…
Buscando en tus ojos, me encuentro en el tiempo…
Sostengo los bríos de mil sentimientos
y juego en tu mundo con luz de un lucero…
Me puedes… me vences… en mi propia tierra…
Sos el manantial que desborda en ella…
Adoro mirarte… adoro tenerte…
Allí donde nadie, puede sostenerte…
Te abrazan mis alas… te cubre mi vientre…
Allí donde nadie perturba la vida,
te llevo en mi alma como flor prendida…
y en mi propia estirpe te siento presente
cuando me respondes fijando tus ojos,
descubro mi cielo, que sientes mis tintas
y en versos dorados, se enciende la sima…