
Soledad, fiel acompañante no te alejaste de mí desde que nací.
Me aparte de la sociedad, por sus ojos que hasta hoy me dan miedo
por su burlas hacia mí, porque me trataron como basura.
Sus miradas tan penetrantes, que me dañaron por dentro
sus rizas malvadas me rompieron el corazón en mil pedazos, y aunque
trate de resistir llore delante de tanta gente, pero a nadie le parecía
dar pena, nadie se acerco a acallar mis lagrimas, las burlas continuaron
y sus rizas.
El miedo me hizo crear una máscara, para que nadie viera como soy en realidad
para poder adaptarme a ellos, aunque mi corazón sufra por dentro. El eco de la
soledad, me recuerda que aun estoy solo. Me recuerda, que cuando esta mascara
se caiga, todo volverá a ser como antes.
Soledad, triste soledad. Porque me has escogido a mí, porque me quieres como acompañante.
Esta piedra es muy pesada, y me está costando tanto poder cargarla. Voy perdiendo en el
camino mucha sangre y mares de lagrimas. Un camino tan duro, que muchas veces
dudo si en verdad quiero seguir cargándote, y me da tantas gana de romper
estas cadenas que me atan a ti y poder ser libre al fin, libre de las burlas, libre de sus miradas
tan frías.
Soledad, hoy me encantaría comenzar un viaje sin ti, sin que estés en mi mente haciéndome ver
Que estoy solo y aunque muchas veces no lo estoy, me terminas convenciendo y en el silencio
entro. Quisiera poder, quisiera poder... ser feliz, pero sé que en este mundo no lo lograre
porque llevo con migo una marca maldita, que estará de por vida. Te tengo a ti atada a mi vida
y la única manera de que te sueltes... es quitándome la vida.