Comenzó ya perdiendo la inocencia,
como la rosa en el aire su aroma;
asoma, tienes la gracia del sol...
desde el día que supo su existencia.
Escaló como un grillo la conciencia,
eres la voz de una llama, su idioma;
paloma, sigue ascendiendo veloz...
colmada se desborda la impaciencia.
De aquellas aguas de limpio brochazo,
cierra los ojos, siéntelos de nuevo,
destellos naranjas pintan tu brazo.
Aquellos mis besos, también de paso,
vuelve a recordarlos, dales relevo.
Amor tán solo no llega a longevo.