
en suspiros que envuelven tanta, tanta nostalgia…
Porque entiendo dolida que no puedo quererte,
eres un imposible, que me lleva a la nieve…
Y me miro al espejo observando mi vida
no hay belleza en mi ser que cautive tus rimas…
Es por eso quizás que jamás fijarías
tus pupilas en mí… aunque sea una insignia…
Sin embargo no puedo, evitar contemplarte
y convierto mis manos en un ramo de azahares…
Cómo quiero rozarte con ternura de cielo,
cómo quiero olvidarme de estos miedos eternos…
Tú menor que mi edad… dando vuelos errantes,
Desbordante de ansias que no pueden atarte…
Y en mis pasos tranquilos… yo no puedo alcanzarte,
es el viento que borra, cada huella incitante…
Te acercaste a mí… y aún no entiendo el motivo…
Te pedí no jugaras con la esencia que cuido…
Casi sin darme cuenta… te tenía tan cerca,
arrinconada estaba, sintiéndome tu presa…
Desafiaste a mi alma que se creía fuerte,
convencido de hallarme te metiste en mi mente…
y retrucas mis “peros” alentando mi suerte,
diciéndome al oído… que el corazón no miente…
Me hago débil queriéndote… mientras tiemblo de frío…
retrocedo los pasos que me llevan a ti…
Y al voltearme sostienes nuevamente mis manos
mientras dices que “no”… no te dejo partir…