
A UNOS LABIOS ROJOS
Rojos, entreabiertos,
toda una tentación,
los labios más sensuales
que haya visto yo,
los tengo junto a mi boca
como una invitación.
Dispuestos para un beso,
listos,
para plantarme sueños
donde nacerá el amor.
Como pétalos en libertad
son tus labios que me queman,
que me llenan de ansiedad.
Ponlos en mi boca
saturada de ilusión,
tragaré el secreto que guardan,
beberé de ellos su detenida pasión.
Dámelos ya,
que son dueños,
desde ahora y para siempre,
de los míos.
Entrégalos, con latir de corazón,
que salga tu alma con bríos,
por esos bordes carnosos,
llenos de sensualidad.
Dame tu beso durable,
dame la felicidad,
para construir sueños
en mi triste realidad.
Leonardo Sáenz B.