
y el cielo se torna gris en la distancia.
Se anidan en mi mente, los fantasmas del pasado
y de mis recuerdos hago un libro abierto.
Ese libro ajado y amarillento, donde el amor
se esfumo y las nostalgias se quedaron.
Nostalgias de los besos que no fueron,
de las manos que no me abrigaron y de
las miradas que se perdieron en el tiempo.
Donde quise ser, y no pude serlo,
por que la incertidumbre me impidió volar
y retuve el aliento.
Por que no fui amante, ni amiga, ni esposa...
Por que fui una llama que se apago sola.
Melancolías que se funden en el desconcierto,
de lo que pudo ser, no siendo.