Llegó el tercer mes con la primavera,
aun dejando a esas mañanas frías,
los resabios de una vieja quimera,
conduciendo silente por sus vías.
Y se hace eterno por sus treinta y uno,
por este mes el sol es apremiante,
contando mis temores cual ninguno,
a la espera de tu amor delirante.
Amiga soledad estás en marzo,
no me dejas aunque pasen los días,
tan dura como el incoloro cuarzo,
que se apropia del color que tenías.
Llegas en la cuarta parte del año,
vestido de sombras inadvertido,
con tantos días, me dejas un daño,
para volverte aun más ennegrecido.
Autora: BLANCA N. GARCÍA GONZÁLEZ
TARDE GRIS
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