el clima hostil endurece tus manos frías.
Ella está en tu mente, mas tu no en la suya,
y a tus espaldas un fiero animal acecha.
Ríes y lloras, al tiempo que tiemblas y esperas.
Valiente eres, y cobarde tu actitud gentil.
Te crees inocente desconociendo que atacas,
la espera se hace dura, y la incertidumbre vil.
El áspero invierno corta tus suaves labios,
miras al sol que brilla en tu día taciturno.
Y ves a ella, quien hace bellos los sitios,
el diablo te aguarda por robar sol nocturno.