
“La niña y el dragón” (Décimas espinelas)
De cómo un cuento puede ser poesía y la poesía cuento
I
Entre sueños de dragones
camina con sus muñecas,
carita plena de pecas
enamora corazones.
Ella canta sus canciones
su mundo es el más feliz,
con respingona nariz
corre y trota entre las flores,
y el trinar de ruiseñores,
ya se escucha entre el maíz.
II
Ella tiene una muñeca
y un conejo saltarín,
sujetándose a la crin
de un ponny, que va al galope.
Para que el amor la arrope
la llevará a un gran palacio,
aquello será el prefacio
del encanto de la rana,
ocurrió por la mañana
que de un beso, surgió Horacio.
III
Horacio, que príncipe era,
a Graciela enamoró,
y en amores él la unió
por toda la vida entera.
Sucedió en la primavera
la historia de esta bambina,
ella fue gran heroína
de respingona nariz,
que se comió la perdiz
y aquí este cuento termina...
...
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©Roberto Santamaría.
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