
Al amparo de la noche
la acompaño hasta su casa
y una luna resplandece
en su rostro de zagala.
Frente a una reja roída
por las edades que pasan
se detuvo temblorosa
con un rubor en su cara.
La pálida y casta luna
con vergüenza nos miraba.
Un aire de primavera
en la noche se escanciaba.
Nos miramos a los ojos
para no decirnos nada,
porque para aquel instante...
¡eran vanas las palabras!
____________________________________
LO IMPORTANTE DE VIVIR NO ESTÁ EN SENTIRSE VIVO, SINO VIVIDO
http://luisestoico-estoico.blogspot.com
http://vademecum-poetico.blogspot.com