
- Papi, nosotros somos ositos polares, ¿verdad?
y su padre le contesta:
- Claro que sí, hijo mío...
Entonces se dirigió hacia su mamá. (tap tap tap tap) y le pregunta:
- Mami, ¿segura que somos ositos polares?
A lo que la madre le contesta:
- Claro que si, hijo mío, somos ositos polares.
Se fue a ver a su abuelito, (tap tap tap tap).
- Abuelito, ¿seguro seguro que somos ositos polares?,
- Pues ¡claro que sí pero, ¿a qué viene tanta pregunta?
- Es que...... tengo frío.