I
Las moscas están esperando...
Ellas pueden sentir el hedor.
El día se apaga...
se paga, se hace noche...
...y es apenas mediodía.
¿Quién ha abierto sus alas?
Un Cristo de metal erguido en su trono.
Terrazas desiertas... y gritos.
Cuánto odio sembrado... ¡Cuánto terror!
II
Mírame, soy un loco...
(sólo un loco)
Yo hago mover el carrusel del mundo.
Soy tu cero a la izquierda...
El número 22 en tu baraja.
Nada que temer.
El vacío.
¿Quién ha dejado abierta la ventana?
Las moscas esperan, y hace calor.
Máquinas conectadas a cerebros...
Cerebros conectados a mi monitor.
Soy el loco. Soy la noche.
Una sombra sin cuerpo en un pasillo...
Soy nada... Soy todo.
El resumen de tus pesadillas...
El negro del mundo.
III
Han pasado un millón de años.
He aquí la evolución que esperabas.
Un mono balanceándose en tu árbol...
tus ídolos convertidos en mierda...
Una pizca de tiempo perdida en el vacío.
Una mota de polvo. Un planeta azul.
Imperio hediondo de política y religión...
(soy un loco... sólo un loco)
Poderío de muerte y silencio.
Este es el callado vacío tras la explosión...
Es el instante en que se apagan las velas.
Un loco en el borde de un abismo...
Un mundo reducido a cenizas.
Y mientras los cuerpos se pudren bajo los cielos desiertos,
un zumbido, una tormenta, se eleva por el mundo...
Son las moscas. Están hambrientas.
Buscan un cuerpo entre los cuerpos.
Ellas, mejor que nadie, conocen la noticia:
(soy un loco...)
DIOS HA MUERTO...
(sólo un loco...)
Y ha llegado el tiempo de las cosas amargas.
Luciano Silvera-
tokiodarkdream
