
Lento avanzar a través de la oscuridad,
rumbo a la parpadeante luz que percibes,
es tu dulce alma que reconoce mi orfandad,
y obnubila mi rostro tan claro como el destino.
Vives en mí y la magia queda intacta,
en furtiva acción rescatadora de la soledad,
sombras envolventes que siento de repente,
siendo duendes sublimes en búsqueda del presente.
Hay que crear una historia en su cauce,
llenos de gozo los corazones mejor ahora o después,
dibujar un puente colgante a las nubes audaces,
envueltas en ternura gentil en la memoria.
Te acomodo en mis latidos enramados en poesía,
que cierran y parpadean con detalles de cristal,
serenas razones en la ventura y en la audacia,
hurgando contigo el misterio de la vida…
sólo es cuestión de hablar.
BRISEIS (ANNIE)