Quiero saciar mi sed en tus encantos
y calentar tus noches
encendiendo volcanes en mis manos;
disfrutar tus más íntimos temblores
llenar tu cuerpo de calor y estrellas,
recorrer paso a paso tus rincones,
caminarte sendero tras sendero,
-los poros de tu piel por alimento-
que tiembles de placer mientras habito
las más tiernas moradas de tu cuerpo
descalzando mi amor,
desnudando tus miedos.
Madrigal