(A las valientes mujeres
que saben ser madres)
Sobre el jinete su alma vuela,
finos vientos golpean la cara
llenando de frìo los recuerdos,
toda esperanza que añora
la más fina idea. Escapar ahora.
Al paso del galope todo tiembla;
los recuerdos llegan,
se agolpan como perros,
fieras traviesas
que toda calma devora.
El corazón ansioso
palpita por salir corriendo.
Quizás, tal vez le siga
mas qué importa morir
mientras la libertad exista.
Cara de muñeca, fría está.
La tarde huye por entre la empolvada
travesía del desierto que es su vida
porque hoy es su fiel partida
para no retornar, jamás será vencida.
Ya siente el aire de esperanza,
su vientre lleva un regalo.
Es la prueba de su agonía,
pero ella es fuerte
y vence en la huida.
Algún día el infante preguntará
mas incapaz es de romper su inocencia.
Mentira, dirá que fue por amor,
mas la violación jamás será
Promovida, mas bien estará escondida.
Lo que crece allí es un tesoro.
Qué culpa tiene del impío
que llego cual fiera suelta,
sin permiso y sin decoro
a rasgar la inocencia de la niña.
Huye sobre la bestia
que es menos bestia, que el padre de la criatura.
Dentro se mece en su vientre la vida mientras viajan.
Libertad por fin se vislumbra
para mecer en sus brazos tanta dicha.
Autor
UNICORNIO AZUL
D.R