culpa de culpa, culpables, y a quién culpar no había.
Cuando el amor se silencia, ahogándose en agonía
hacen ruidos los reproches con pesada letanía.
¿Y porqué buscar culpable si culpa de amar no tenia?
inocentes somos entonces, si gozamos de la vida
amándonos plenamente en el momento que requería
poner todo el corazón, sacar las fuerzas cautivas
que desbordaban del pecho, realizando fantasías.
Culpa de culpa, culpables, y a quién culpar no había.
Dejamos crecer las alas en hermosa sincronía
de emociones, sentimientos, de verdades y alegrías.
Si se agotó, fue imposible, hubo errores, desmentidas;
pusiste todo de tu ser y yo puse lo que había
y a pesar de tanto esfuerzo, solo fue una utopía…
no fue la culpa de nadie, ni la tuya, ni la mía.