Me acerqué a ti en silencio
Pidiendo tu compasión
Y en mi corazón maltrecho
Dejaste tu bendición.
Mírame Dios, Padre bueno
Tú que eres puro amor,
Acógeme entre tus brazos
Y bríndame tu calor.
Se que siempre estás conmigo
Aunque a veces no te siento,
Y aunque a veces yo te olvido
Siempre me llevas contigo.
Cecilia Rico de Viamont