
En la tranquilidad de la pradera
me imagino muy cerca de ti,
sintiendo el roce del viento en mi rostro
y la delicia de tus brazos rodeandome.
Cuanto deseo detener el tiempo
perdida en la oscuridad de tus ojos,
escuchando la caricia de tu voz
y el agitado palpitar en tu pecho.
Quiero impregnarme del aroma campestre
y el singular perfume de tu cuerpo,
embriagarme de vino de tus labios
mientras me ahogo en el caudal de tus caricias.
Anhelo amarte hasta desfallecer
lenta y apaciblemente sobre tu ser
dejando correr sin prisas el tiempo,
mas la realidad llega disipando
la magia de este dulce y eterno. . .
sueño de amor.
Mary sánchez