La parca llegó en carreta
a este foro sin igual,
para darle mate a Queta,
a Safo y a Madrigal.
Con su filosa guadaña,
la condenada catrina,
hizo parada en España,
en el Perú y la Argentina.
Sin hacer tantos esfuerzos,
echó el guante a estos poetas,
pidiéndoles que hagan versos,
pero usando unas cuartetas.
Con una gran decisión,
a cada uno dijo ven;
ahora están en el panteón,
donde yacen y hacen bien.
En México a la muerte también se le denomina Parca, calaca, huesuda, pelona, catrina, ciriaca, flaca.