en estos instantes de angustia,
no te conmueven mis penas
no tiene valor mi llanto,
siento opresión en el pecho
tengo el corazón maltrecho,
soy presa ya de mi mismo
voy camino hacia un abismo,
y tú mi Dios te olvidaste de mí
no siento que estés conmigo.
Me pregunto y recrimino
porqué has soltado mi mano,
ahora que la necesito
no la siento como antaño,
quiero que escuches mi grito
reclamo por tu abandono,
esperando una respuesta
del porqué me dejas solo,
más me frustro, más me encono
en este lago de penas,
y tú mi Dios me olvidaste
sin misericordia a cuestas.
¡Oh! Mi Señor de los cielos
omnipotente maestro
injusto he sido contigo,
como exigirte consuelo,
si en años de mi existencia
nunca he rezado hacia el cielo,
y en los años de bonanza
de los que disfruté y viví,
no me tomé la molestia
de acordarme yo de ti.
Autor: Pietro

Derechos de Autor
21-01-12