
CLARA DE LOS ESPEJOS
OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
Marchó mi alma a tiempos ya muy viejos
Sentí su olor antiguo de rosales
nadando entre nosotros los cristales.
Corriendo aquel pasillo de reflejos
hoy me vino tu cara desde afuera
te ví de nuevo como largo y lejos
allí perdida al margen de la espera
en el laberinto de los espejos.
Tu llevabas aquel vestido blanco
mariposa entre biombos y peceras
yo era el niño sentado de la acera
delante de tu madre en aquel banco.
Cuando miré de nuevo, ya no eras
más que niña de rubia cabellera
presa de llanto y del vidrio lloroso
que alumbraba tus ojos muy hermoso.
Mientras volvía niño y te buscaba
para señalarte la salida... Clara
de aquel laberinto en que te amara
escuché tu voz!... que pronunciaba.
Me volví para ver quien te llamaba
y era ella, tu madre y tu retrato
que se durmió mirándome a la cara
y yo en la suya, que no despertaba.
Mas con sorpresa le salió del alma
Mi nombre!
y yo...
Broté su nombre!
y luego con la niña ya en la calma
ambos dijimos ante el gran asombre
Dios Mío!..., desde donde?...
Recordamos Tanto!.
***
j.f.